El futuro de la construcción

Algunos posibles materiales de construcción del futuro

Los materiales han sido un quebradero de cabeza desde el momento en que se descubrieron las leyes de la elasticidad. Antes de aquello todo era ensayo y error. Después, método científico, ensayos en probetas y ciencia de los materiales.

Pero ha sido durante los últimos años, en que la nanotecnología nos ha hecho sumergirnos en las profundidades de los átomos, que nos hemos planteado no solo el material, sino la forma del material como parte crucial del comportamiento de los materiales.

Grafeno impreso en 3D
Durante un tiempo, el grafeno ha sido considerado como uno de los materiales artificiales más fuertes del planeta. Sin embargo este viene en forma de láminas, y su uso para la construcción resultaba algo complicado, por no decir bastante absurdo.

A principios de 2017 un equipo de ingenieros del MIT una estructura tridimensional que, de construirse en grafeno, presenta un 5% del peso del acero y una resistencia de diez veces más.

Curiosamente, esta estructura es ahuecada y porosa, como puede verse en el vídeo. Y frente a lo que nos dicta la lógica, presenta un comportamiento de menos resistencia cuando se amplía su grosor (minuto 1:05).

La estructura es muy similar a la que ya presentó hace años el arquitecto Vincent Callebaut con su proyecto Wooden Orchids (Orquídeas de madera). En él se planteaba el uso de estructuras de madera, un material muy asequible en Wu Yuan, China.

Frente a las estructuras de construcción clásicas, Callebaut optó por una forma que primase el espacio interior minimizando los materiales de construcción. Usando materiales como grafeno y formas orgánicas similares podríamos levantar muros ordinarios con las ventajas de contar con un colchón de aire en las paredes que amortigüe los efectos del clima en el interior.

Bio-concreto, un material que se repara solo
El microbiólogo Hendrick M. Jonkers presentó en 2015 un tipo de hormigón capaz de repararse a sí mismo en cierta medida. En otras palabras, adiós a las grietas y las reparaciones, las goteras, la impermeabilización o la pérdida energética asociada a fisuras.

Este hormigón cuenta con bacterias que reparan el material desde dentro de un modo muy similar a como se sellan nuestros tejidos tras una fractura. Las bacterias permanecen latentes dentro del material hasta que las fisuras transportan humedad (agua, líquido de la vida), momento en que se activan.

El futuro no está escrito
Teniendo en cuenta la velocidad de los avances en ingeniería de materiales es muy posible que en menos de cinco años estas técnicas se hayan perfeccionado. O incluso dejado atrás por obsoletas. Cada día se descubren datos nuevos, muchos de ellos gracias a técnicas cada vez más refinadas de análisis de elementos finitos.

Nadie puede predecir el futuro, y resulta arriesgado decir este será el método constructivo dentro de una o dos décadas. Lo más probable, visto lo visto, es que fallemos. De lo que sí parece que se está bastante seguro es que sea como fuere sorprenderá a los que somos profanos en la materia.

Además, dada la especialización en el uso de materiales, es probable que acabe por usarse un gran número de ellos hasta en la construcción más pequeña. Cada uno resolviendo un problema específico.

Escrito por Marcos Martínez el 23 de Junio de 2017